lunes, 7 de julio de 2014

La Crisis III

Hemos llegado al momento del cambio de época, lo que se ha trabajado hasta estos momentos en el sistema educativo ya no sirve. Y no sirve porque lo estamos comprobando en nuestros actuales jovenes, tenemos pruebas suficientes sobre la ineficacia del actual modelo educativo.

Todo provocado por la propia velocidad de los cambios en la sociedad, sobre todo en los ultimos ocho o diez años. La actual generación de adultos no ha sabido adaptarse a la velocidad de estos cambios, a los cambios que han originado las nuevas tecnologias en nuestro entorno, entre otros factores.

La adaptación de estas nuevas tecnologias han profundizado la brecha, más aún, entre las actuales generaciones. No hemos sabido aplicarlos  a nosotros mismos y por ende, tampoco lo hemos sabido aplicar a los obsoletos sistemas de educación, sistemas que no saben o no quieren que sepan, como las personas deben de aprender a afrontar su futuro, y no tanto en el ambito profesional, estamos hablando de su desarrollo personal.

El modelo educativo actual sigue dedicandose a llenar de datos de forma reiterativa a nuestros niños, los llenan desde pequeños de creencias limitantes. En la mayoria de las ocasiones, los propios padres, con su actitud, tambien colaboramos en la creación de dichas limitaciones.

A través de la competencia, (creamos examenes para que compitan entre ellos, hablamos de quien saca mejor nota, de quien hace que cosa mejor que el otro), los clasificamos y diferenciamos en función del interés en cada caso del adulto. Provocamos el individualismo, el distanciamiento, el no relacionarse entre ellos de forma directa...

Hemos estado y seguimos en la actualidad, valorando a la persona en función de estos parámetros y no en función de su valor humano.

Si continuamos así, ¿cómo pensamos que será la sociedad dentro de quince o veinte años?

Continuará


La crisis II

La verdadera crisis, la crisis que hemos y estamos viviendo es sencillamente una crisis de humanidad y de valores.

Toda esta crisis la hemos provocado nosotros mismos, algunos desde la consciencia de los hechos y la repercusión que podía tener, otros desde el desconocimiento de estar acomodados a un sistema que se podía pensar, era el mejor para casi todos.

Empecemos a llamar a la crisis económica realmente por su nombre, lo que tenemos es un grave problema de ego, de celos, falta de personas, falta de solidaridad, falta de amor por los demás.

Una crisis en valores de la persona, que vienen dado del grave problema educativo que tenemos en este pais. Mucho se habla en estos dias de la nueva reforma educativa que se está planteando y que tanto debate politico, sindical y movimientos profesionales estan teniendo sobre ello. Debate, al que evidentemente se han sumado las diferentes vertientes que existen en los medios de comunicación de este pais, los cuales están llenando grandes espacios de su programación, valorando y no informando sobre los nuevos cambios que se quieren imponer en el modelo educativo.

La sociedad aletargada que tenemos no se da cuenta, o no está interesada en darse cuenta, de que no se necesita una nueva reforma educativa, se necesita algo que va mucho más lejos que eso. Lo que se necesita es una total transformación, una mutación en la educación, enfocada hacia la creación de personas desde la calidad humana, donde se trabaje sobre la compasión, el potencial, el autocontrol y el trabajo en equipo. Tenemos que trabajar sobre todos aquellos valores que hacen grandes a las personas.

No podemos continuar con un modelo educativo que se diseñó en la era industrial, sólo pensado para formar a los futuros trabajadores, ese momento ya pasó...

Continuará...

sábado, 5 de julio de 2014

La Nobleza

¿Qué es la nobleza?

Me apasiona cuando se define como el hacer el bien por naturaleza, porque sencillamente te lo indica tu subconsciente. El ayudar a otras personas, es el mejor acto que puedes encontrar para alcanzar la plenitud en tu interior.

Los gestos que te ayudan a conectar con las personas, con su esencia, lo que te conecta unos con otros. La nobleza te permite conectar con lo mejor de ti mismo/a, el momento donde logras que desaparezca tu ego, cuando dejas de ser individualista y egocéntrica/o.

Esa emoción desde donde nace y florece la empatía, la solidaridad, la bondad, la espiritualidad, la compasión. Cuando piensas en ayudar a los demás, cuando empiezas a ayudarte a ti misma/o abandonando poco a poco el sufrimiento que muchas veces hacemos participe a nuestra vida.

Desde esa nobleza, caminando como buen caminante que eres, junto con a tus sentimientos, lograrás  encontrar tu esencia, la conexión con tu inspiración, donde encontrarás ese amor que no espera nada a cambio, el amor único y verdadero

No busques la nobleza en mares, océanos, países o lugares hermosos ya que está esperándote en el lugar más maravilloso y especial que existe en nuestro entorno. 

Ese lugar lleno de belleza y hermosura se encuentra dentro de cada uno de nosotros, busca y hallarás tu nobleza, tu felicidad, tu ser.

Un lugar llamado corazón...

viernes, 27 de junio de 2014

La Coherencia

Hace unos días tuve la fortuna de asistir, en compañía de otros compañeros, a una ponencia con el fin de encontrar, localizar y modelar para mi negocio nuevos conocimientos, herramientas y técnicas a la hora de poder vender más y mejor.
Siendo coherente con mis pensamientos en ese momento, realmente fui a visualizar las personas que hoy en día están interesadas por temas como el que se iba a plantear y sobre el que se iba a "trabajar".
Dado que uno de los valores que marcan mi propia personalidad radica en la coherencia, el ver como este valor formaba parte del inicio de dicha ponencia me alegró y me reafirmó al saber que el temario iba a resultar de mi interés y, que el hecho de destinar tres horas y media de mi vida a escucharla, iba a ser tiempo bien empleado.
Si vamos y consultamos la definición de coherencia en el diccionario, vemos como se define con tres simples palabras: conexión, relación o unión. 
Si dirigimos nuestro interés a conocer la definición de coherencia como valor en el ser humano, nos indica que es el valor que nos hace ser personas que actúan siempre de acuerdo a sus principios, bien sean familiares, sociales y religiosos, los cuales se aprenden a lo largo de la vida de cada persona.
Desde estas definiciones, si el ponente en cuestión coloca como ejemplo a la hora de explicar el sentido de la coherencia a un personaje de la historia reciente de la Humanidad como fue Adolf Hitler, desde mi entender, la coherencia en la ponencia se pierde.
Decir que Adolf Hitler fue coherente a la hora de actuar con sus principios, es una manera fácil y bastante vulgar de definir el verdadero sentido de la propia definición como palabra, y, muy alejada también de su definición como valor. Este criminal no fue coherente, por la sencilla razón de saber que la coherencia se basa en la unión, en las relaciones sociales, en la familia, en el trato desde el sentido común con otros seres humanos. La coherencia es decir y hacer lo mismo, es verdad, pero también es cierto que adquiere su sentido y valor si se dice y hace desde el corazón.
Fuera de esto, más bien puede sonar como un mal chiste o como una manera, nada agraciada, de acercarse a la inteligencia de ciertas personas.
Pensaba que el ser humano estaba creciendo en inteligencia, pero a día de hoy, aún observo con pesar, como se siguen utilizando personajes que deberían haber quedado en el más profundo de los olvidos, como ejemplos de valores humanos, los cuales, hoy en día, esta sociedad, en muchos casos, se encuentran perdidos en su día a día.
La coherencia, como palabra y valor, es mucho más y como tal debemos saber cuidarla, mimarla y hacerla crecer en todos nosotros.

sábado, 24 de mayo de 2014

La Gran Sorpresa

Toda mujer y hombre deben de estar preparados para ser derribados en algún momento de su vida.

Los seres humanos deben ser conocedores de que esa persona que siempre ha sido violenta con los demás, no puede ser diferente consigo misma. Tiene que saber que cambiar la actitud hacia los demás comenzará en el mismo instante que decida cambiar la actitud hacia consigo mismo.

Es posible que al comenzar a reconocer la realidad de cada vida personal, las personas pueden llegar a escenarios donde piensen que su vida se está desmoronando, lloran a lágrima viva, sin temor a la crítica, al miedo de los sentimientos propios. Ser conscientes de observar como cada lágrima refleja los dolores internos que cada persona ha vivido fundamental.

Conocerlo les puede indicar que cada ser humano tiene sus propios motivos para hundirse ya que la vida que viven las personas es cíclica, y que no existen gigantes ni héroes que viven para siempre. Por ello, cada ser humano tiene sus motivos para llorar cuando así lo necesite o desee; unos con lágrimas húmedas buscando el consuelo de sus seres más queridos, otros, unas lágrimas alejadas de las miradas sociales. Ambas opciones, de igual manera, respetables.

Todos los seres humanos están compuestos en su células por cuarenta y seis cromosomas, pero son muy diferentes en la manera de afrontar las adversidades. Conocer que las frustraciones son un privilegio de los vivos y trascenderlas un privilegio de los sabios es una buena manera de comenzar ese camino.

A partir de ese punto, la gran sorpresa para tu vida, se puede encontrar mas cerca.






sábado, 3 de mayo de 2014

¿Bajo el peso de mi culpabilidad?


Me cuentan que la actual psiquiatría empieza a moverse en la idea de que son nuestros pensamientos los que generan nuestros sentimientos. Yo me pregunto: ¿Con qué fin? 


Si estudiamos un poco, averiguamos que nuestro sistema límbico recibe la información antes que nuestra corteza frontal, con lo cual es justo al contrario: sentimos antes de pensar, pero esto ocurre en tan corto espacio de tiempo (apenas milisegundos), que no podemos distinguirlo racionalmente.

¿Qué interés existe en hacernos creer entonces lo contrario? ¿Qué puede provocarnos esto?

Si creemos que nuestros sentimientos vienen como consecuencia de nuestra secuencia de pensamientos, y nos dicen también que somos dueños de lo que pensamos, nos hacen directamente responsables de sentir lo que sentimos, más allá de los estímulos recibidos. Esto provoca culpabilidad, el mismo tipo de sentimiento de culpa que hace unas décadas nos generaba el concepto de pecado.

En una sociedad sometida a continuos estímulos, estudiados a fondo para provocar en nosotros la reacción adecuada, es maquiavélico hacernos creer que tenemos la simple alternativa de pensar distinto. Podemos sentirnos culpables e indefensos porque nuestros pensamientos nos lleven a supuestos "desórdenes", cuando en realidad esta reacción está dirigida para que ese sea precisamente el resultado.


viernes, 21 de marzo de 2014

Does luck really exist?
When someone overcomes a serious illness, we tend to say they were lucky. When someone finds a job in the middle of an economic crisis, we say they have been lucky too. We also refer to luck when somebody attains a good social reputation. When misfortune hits hard, however, we blame fate –maybe because it makes us feel slightly better. We talk of luck when events meet our expectations but we blame bad luck or fate when it is the opposite. In this way we limit our lives. My life is much more than the negative or positive events that have taken place along the years. Grasp the tiller of your life and sail your boat in the direction you want it to go. We have been given the wonderful gift of being able to change our values, beliefs and habits. Our life is the result of our actions, and those we can certainly choose. As human beings we have the choice to impact on the development of our own life. Do not let luck lead your destiny. Attitude, will and focus are required. Avoid using the word luck as an excuse –whether the circumstances are positive or negative. Remember that making your dreams come true depends mainly on you.