martes, 28 de octubre de 2014

La Enfermedad Inventada

Hace unos días asistía, como cada nuevo curso escolar, a la primera reunión de madres y padres en el colegio de mis hijos. 

Entre los diferentes temas que nos expusieron, a las pocas madres y padres presentes, y bajo las directrices que marca la Delegación de Educación para estos casos, nos hablaron de las diferentes modalidades y lineas de trabajo con los niños para este curso, haciendo hincapié desde el departamento de Orientación del Colegio del trato a seguir con los niños afectados por el famoso déficit de atención o TDAH, ya que lo consideran como una necesidad especial.

Resulta llamativo, al menos para mi, como por el hecho de repetir que algo es una enfermedad, las madres, padres y demás personas relacionadas en el ámbito de la educación terminan por creerlo y actúan desde la perspectiva de trabajar para cuidar a un "enfermo".

Entiendo que la actual situación social nos hace a todos los adultos ir a demasiada velocidad por nuestra vida, pero ello, no puede servirnos como excusa para dejarnos influenciar por lo que los demás digan que padecen o no nuestros hijos. 

Cada vez son más los psicólogos que hablan de cómo ciertos problemas de la vida los han convertido en diagnósticos médicos con el propósito de comercializar un medicamento. No se están definiendo entidades clínicas y si problemas cotidianos, y en el caso que nos importa en este post, el TDAH, el nerviosismo en los niños, sus cambios de humor, su no poder o no saber adaptarse a un ritmo de aprendizaje preventivo, está llevando a ver y por ello a tratar a estos niños de manera diferente y con medicamentos poco o nada recomendables para su edad.

Todos tenemos claro que el nerviosismo actual de los niños, sus cambios de humor, su agresividad, su falta de respeto en algunas situaciones y su nula formación en valores fundamentales como la confianza, la colaboración, etc, es culpa única y exclusivamente de ellos. ¿Verdad?

Ellos son los culpables de lo que les pasa, nada tiene que ver que las madres y padres tienen menos tiempo y espacio físico de esparcimiento al aire libre para que puedan jugar. Como están pocas horas en los colegios, en las academias de idiomas, de informática, de manualidades o en los propios hogares con sus videoconsolas, tablet y teléfonos móviles, cuando llega esos momentos de esparcimiento y desahogo los llevan a esos llamados "parques de bolas" o parques infantiles, para que, como me comentaban algunas madres y padres, "desfoguen" lo que llevan dentro. Es curioso, los sacan de unos espacios cerrados, muchos de ellos con luz artificial, para ubicarlos en otro espacio cerrado...  

Vivimos en una sociedad donde se nos estimula desde pequeños a tener que estar entretenidos y a que nuestros actos tengan que venir acompañados de resultados inmediatos. No puede existir tiempo para dejar de hacer cosas, siempre hay que estar al máximo de rendimiento, sin dejar tiempo para que los niños actuales piensen que quieren hacer y como quieren hacerlo.

Entonces, cuando ya tenemos ese grado de "nerviosismo" instalado en los niños y adolescentes, la sociedad percibe que existen hábitos sociales que propician una serie de problemas que la propia sociedad que los ha creado no tolera. Es cuando ciertos sectores interesados de esta sociedad inventan nuevas enfermedades, las cuales rápidamente se asocian con una serie de medicamentos que las propias Empresas Farmaceuticas se encargan de su promoción y marketing emocional necesario para hacerte entender que en esa caja de pastillas está la solución a todos los "trastornos" que te han dicho padece tu hija o hijo.

Los "especialistas" te dicen que para remediar esa hiperactividad o falta de interés que tus hijos demuestran en el colegio, tienen que recibir un seguimiento especial a través del cual algunos niños comienzan a ser medicados con anfetaminas, ¿no resulta paradójico que un fármaco que es un estimulante se utilice para apaciguar a un niño hiperactivo?. Resulta cuanto menos sorprendente que la mayoría de estos medicamentos estén basados efectivamente en anfetaminas. 

¿Conocías esta realidad?

Continuando con la realidad, sería interesante que tú como madre y padre, fueras consciente de que esa tranquilización que los padres celebran, lo que realmente está haciendo es provocar el desinterés del niño por otras cosas, quitándole curiosidad. Hay quienes hablan de que sus hijos, desde esta medicación, se les ve más concentrados en sus estudios, cuando en realidad sólo están viviendo y sufriendo un dopaje en toda regla. 

Y todo ello, porque estos medicamentos están fabricados no para corregir un posible desequilibrio químico en base a unos síntomas, sino que a través de este dopaje y con sustancias estimulantes, le están incrementando el rendimiento de manera artificial, para que logren hacer las tareas escolares como quieren que las realicen. Estos tratamientos no corrigen esa supuesta hiperactividad pero si abre nuevas y reales posibilidades de enfermedades futuras.

Tras veinte años diagnosticando TDAH en los niños, la versión oficial es que es una enfermedad crónica, lo que te indica que esa niña o niño cuando se convierta en adulto seguirá necesitando medicación para evitar problemas laborales, de relación en pareja o de conductas sociales. En estos momentos ya se está implantando la "moda" del TDAH en adultos.

Es curioso como, dentro de los pocos estudios a los que he podido acceder, los datos hablan de cómo los niños detectados con TDAH con tratamiento posterior obtienen peores resultados escolares que los detectados con TDAH y que no han seguido ninguna medicación. De igual manera, estos datos hablan de un incremento de problemas cardiovasculares, lo cual no puede resultarnos extraño hablando de anfetaminas.

Conociendo esto, me resulta triste observa como existen madres y padres que piden de manera expresa que a sus hijos les diagnostiquen esta "enfermedad" con el fin de obtener una serie de beneficios. Y sorprenden también, como en función del pediatra o del orientador de cada escuela, el mismo niño o niña que ha sido diagnosticado en un colegio en otro centro no lo estaría, en función de la campaña de sensibilización que cada escuela esté realizando en uno u otro sentido.

En la actual generación, parece que las madres y padres tienen que acudir a expertos, psiquiatras, neurólogos, educadores especiales y terapeutas para educar a sus hijos. Todo esto viene provocado porque los actuales adultos han perdido, con tantas carreras y prisas, algo que es fundamental para la educación de sus hijos, el sentido común. 

Es curioso comprobar como, cuando mejor formación, información y preparación tienen los actuales adultos (madres y padres), más desbordados se siente a la hora de educar y relacionarse con sus hijos.

En nuestro proyecto de Coaching Educativo "La Escuela Olvidada", compartimos con las actuales madres y padres, que los niños actúan como un reflejo de lo que ven en sus progenitores día a día. Nuestros peques actúan como un simple reflejo nuestro, el mismo efecto que provoca colocarnos delante de un espejo y verse reflejados en nosotros. Si esas madres y padres hacen que "las cosas cambien" medicándose con "pastillas de felicidad", como no van ha seguir los mismos pasos con sus hijos.

Lo que los padres hacen consigo mismo, lo hacen con sus hijos y, desgraciadamente, la historia continúa para beneficio de unas Empresas Farmaceúticas ilusionadas con esta realidad inventada por ellas y que los Organismos Oficiales han convertido en su mejor modelo de propaganda.

Adolfo López
Coaching Educativo.






miércoles, 22 de octubre de 2014

El Cajoneo Amoroso

Cuando me inicié en la azarosa e imparable aventura de la defensa de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, es decir, la defensa de los derechos humanos, entendí que era totalmente necesario leer, formarse para así conseguir entender el porqué de las cosas, siempre en la búsqueda de la verdad y el verdadero entendimiento del mundo que me rodea.

He de decir que tras veinte años en esta ardua y apasionada tarea no he conseguido entender ni "el porqué" ni el "para qué", ni la necesidad de la desigualdad... aunque este no es el asunto que me ocupa hoy.

Hoy y en contra de mi voluntad he ordenado estanterías y este acto casual se ha convertido en algo causal. He encontrado el libro de una escritora que me abrió los ojos, Clara Coria, mujer a la que hoy le copio el título del artículo y gracias a ella me ha hecho entender lo que ahora te cuento.

Sabéis que hay veces que las cosas no se descubren la primera vez y hoy era el día... eureka... coaching y Cajoneo Amoroso... suena raro ¿verdad?. Ya verás, es fácil y fantástico.

En muchas ocasiones las personas tenemos comportamientos evitativos por los cuales tendemos a guardar las cosas en un cajón, guardamos aquello de lo que no queremos ocuparnos o deseamos "hacernos los distraídos". Es una manera de alejar de la vista y de la conciencia  lo que nos incomoda, lo que resulta difícil de abordar, es una manera de postergar. Guardamos esas cosas en nuestro cajón imaginario.

Te dejo unos ejemplos:

- No quiero discutir con mi "pareja" por miedo al rechazo y lo prefiero dejar para otro momento (que nunca llega) y ... al cajón.

- No quiero hablar con mi jefa por miedo a lo que piensen mis compañeros, miedo a la recriminación, a la confrontación... emoción y posibilidad... al cajón.

- No me siento capaz de afrontar mis nuevos retos... mi éxito se queda en el cajón.

Así ocurre con miles de cosas que nos acontecen en la vida, o mejor dicho, que nos pudieran acontecer. (Procastrinamos).

Basta ya... hoy es el día de abrir el cajón y sacar, poco a poco, tus sueños incumplidos, tus proyectos desdibujados, las inquietudes no resueltas. No cajonees tu personalidad, tus ambiciones y tu necesidad de desarrollo personal y/o afectivo. No esperes a mañana, comienza hoy mismo, no vivas al 50%, no reniegues a tu vida.

* Organízate.

* Entusiásmate con tu vida.

* Confía en tu capacidad.

* No renuncies a tus sueños.

No cajonees más... si vives guardando tantas cosas en el cajón algún día puede explotar.

Recuerda: " La mujer no nace sino que hace" (Simone de Beauvoir)

Ana Blasco
Coaching de Género

martes, 14 de octubre de 2014

¿Qué Emisora sintonizas?

Esta mañana mientras iba camino del trabajo (si, si, ¡trabajo! Doy todas las mañanas gracias a Dios por tener esta fortuna) me han asaltado emociones que iban de un lado a otro tan rápido como cambiaba de emisora.

Si sintonizaba una emisora, sentía ira, rabia, asco, dolor, frustración,... Durante al menos cinco minutos solo han hablado de los más horribles crímenes que el ser humano es capaz de cometer.

Si sintonizaba una emisora diferente, todo lo contrario, alegría, risas, esperanza, ...

Y ahora, al sintonizar con mi propia realidad ¿qué emisora voy a escuchar?

¡Sorpresa! La vida misma.

Es cierto que hay cosas que no están a mi alcance y que no puedo hacer nada, pero ¿y lo que sí tengo en mis manos?

Sirva de excusa o no, lo cierto es que quizás ha llegado un momento en que me he, nos hemos, acostumbrado a escuchar este tipo de noticias como algo habitual (no hace falta hablar de crímenes, tenemos cuatro millones de desempleados en busca activa de empleo, con todo el dolor que esto conlleva) y hasta llegado el punto en que nos hacemos insensibles, ¡¡como a mí no me afecta directamente, no pasa nada!!.

Me pregunto: ¿dónde están los valores que rigen en la vida en general y de forma particular?

Últimamente escucho hablar mucho del poder de la persona, de que estamos ante un evidente cambio, etc, En este caso, y puesto que hay muchas cosas que si que están a mi, a nuestro alcance:

¿No es el momento de hablar de darle Valor a los Valores?

Si educamos a nuestras hijas e hijos en valores, si cada persona practicamos los valores que decimos rigen nuestras vidas, nuestras familias, nuestras amistades, y aquí están incluidas hasta las empresas y organizaciones (la web está llena de empresas donde hacen gala de sus valores), creéis que ¿empezarían a contarse noticias diferentes en nuestras emisoras, las emisoras de nuestra realidad?

¿Que pasaría si ponemos en práctica lo que hablamos en nuestras tertulias cotidianas para cambiar aquello que no nos gusta y que además que queremos cambiar, está en nuestras manos poderlo cambiar?

Hablamos de valores humanos, valores religiosos, valores éticos, valores morales, ....

Hablamos de Alinear nuestros Valores para sentirnos bien, para hacer bien, para conseguir aquello que añoramos escuchar en nuestra emisora de nuestro día a día, de nuestra propia realidad.

Isabel Misas


martes, 7 de octubre de 2014

Visión y Fe

Me acaban de decir que el sobrino de unos amigos nuestros se ha muerto a los 13 años de edad.
… Y ahora qué? Esos padres, esa familia, sus amigos, qué pasa con ellos?.

El niño está en el cielo, él ya ha dejado de sufrir dolores, incomodidades médicas, la soledad de los hospitales, pero… y los padres,… ahora qué? Han sufrido con el niño, han llorado viendo sufrir a su hijo pero … ahora qué?.

Algunos pueden pensar que empezó su calvario a partir de la muerte de su hijo, otros, que su sufrimiento empezó el día del diagnóstico y que durará hasta el día que se mueran.  Puede ser verdad, yo no digo que no pero  superarlo o aceptarlo depende muy mucho de su actitud, de sus pensamientos, de sus creencias,  de sus decisiones.

La familia es cristiana creyente y eso les ha ayudado en el día a día de la enfermedad.  No  lo pueden entender de otra manera.

Ver como sufre tu hijo con la enfermedad, con las pruebas médicas, con los agotadores días de hospitales con sus largas noches, si no es con la ayuda de Dios no se puede soportar (Dios te pone una venda en los ojos, te va dando “gracias” para poder soportarlo), pero ….. ahora qué?....

¿Quién sosiega el alma de este dolor tan intenso?

¿Cómo se mitiga este sufrimiento?, ¿Cómo se sobrelleva sobrevivir a tu hijo de 13 años?.

¿Cuando se empezará a pasar todo esto?, ¿Cuando se empezarán a aceptar este vacío en nuestra vida?.

¿Cuanto durará este desasosiego?.

¿Por qué Dios ha permitido que un niño de 13 años se vaya cuando aún no había empezado a vivir?.

¿Para qué  pasamos por este sufrimiento?, ¿Para qué Dios lo permite?.


Todas estas preguntas e infinitas más invaden tu mente, día tras día, segundo tras segundo hasta llegar casi a enloquecerte.  Para obtener y dar respuesta se debe tener visión sobrenatural. Creer en la existencia de alguien superior y perfecto que nos adora y desea lo mejor para nosotros, alguien que piensa y actúa en otra dimensión, con otros tiempos, ayuda. Debemos confiar el Él, aceptando, no sin esfuerzo  y con voluntad, conociendo que Dios escribe  derecho con renglones torcidos.

Ana Carrillo
Coaching Religioso