martes, 25 de noviembre de 2014

¿Hilo Rojo o Lazo Negro?

Hoy de nuevo he vuelto a sentir cómo la historia y la vida que se han inventado para nosotras se intenta entrometer y  revolver mis nuevos pilares.

En un primer momento, con cariño y admiración, he leído la historia de “El Hilo Rojo” es una leyenda anónima de origen japonés. Según este cuento (sin querer queriendo, de manera sutil……..como siempre) nos cuenta como “un hilo rojo invisible nos conecta a aquellas personas  que están destinadas a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.” Y al principio, como todas las historias, me ha parecido tierna y casi verdadera pero...

Se me han planteado muchas, que te lanzo para que reflexionemos juntos/as:

¿Crees en el destino?
¿Consideras que en la vida hay siempre personas predestinadas a encontrarse, amarse y quererse toda la vida? ¿Pueden ser fruto de la necesidad y/o casualidad?
Y si….. ¿Esa persona que elegiste no te hace feliz? ¿Mantendrías tu hilo rojo atado a el/ella porque el destino lo dice?
¿Quién maneja tu voluntad?
¿Quién es el amo de tu destino y el capitán de tu alma?
¿A qué esperas a pensar por ti mismo/a?

Si eres una mujer que hace lo que no le gusta por obligación, si te sientes perdida, si eres una mujer que no tienes confianza en ti misma y quieres ser feliz, nosotros podemos ayudarte.

Creo que ya es hora de que empieces a quererte, a buscar lo que dicen que es amor, la amistad o el cariño como quien busca una patata para el cocido, o bien porque no se lleva.

Si quieres, con Imago Coaching lo podremos lograr.

Ahora te invito a que disfrutes de este maravilloso cuento:

“Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mando traer ante su presencia.

Cuando la bruja llegó, el emperador le ordeno que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebe en los brazos ofrecía sus productos.

Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invito a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo : “Aquí termina tu hilo” , pero al escuchar esto , el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja , empujo a la campesina que aun llevaba a su pequeña bebe en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebe se hiciera una gran herida en la frente , ordeno a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.

Muchos años después, llego el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda y el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entro al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente.

Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro… tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. “
Una cicatriz que él mismo había provocado al no ver al destino que había pasado frente a él y también nos muestra como los amores destinados son eso, no podemos escapar de la persona que nació para amarnos.


No lo creas, decide por ti a quién le lanzas el ovillo y a cortarlo cuando tú quieras. 

Sé libre y Sé feliz.

Ana Blasco
Coaching de Género.

martes, 18 de noviembre de 2014

¿Quién es Dios?

Leyendo un cuento en el que una profesora pregunta en su clase de niños de cinco años quién era Dios, se me viene a la cabeza la siguiente reflexión que comparto:

Hoy en día hemos un inventado un Dios según nuestras necesidades, comodidades y creencias. Un Dios para cada una de las situaciones que vivimos y por supuesto, que no nos pidan sacrificios; por eso hemos creado muchos dioses, y a la pregunta real de quien es Dios nos quedamos pensado sin saber contestar (no vale la respuesta del catecismo) pues realmente hemos convertido a Dios en varios dioses que vienen y se van dependiendo de las circunstancias en que nos encontremos.

Me explico: para unos Dios es analgésico, pues sólo nos acordamos de Él cuando tenemos alguna enfermedad, cuando nos duele algo, pasamos un mal momento… Eso sí, en cuanto pasa el bache médico nos olvidamos de Él.
Hay personas para las cuales Dios es adicción, éxtasis, el dios de las drogas, del alcohol, del juego. A este se le adora cuando nos centramos en nosotros mismos para evadirnos de la realidad.

También está el Dios del supermercado, el Dios buffet cuando elegimos a la carta.  “Yo soy católico pero no creo en la iglesia” “Yo practico pero no voy a misa”, “soy católico pero no me confieso”…

Ahora en esta época hemos acuñado un nuevo Dios. El Dios del horóscopo, un Dios cósmico, del tarot, de la luna y de las estrellas,  del subconsciente. Nos empeñamos en conocer nuestro futuro.  El Dios de la Nueva Era.

El más común hoy en día es el Dios light. En su reinado no existe el pecado… son sólo errores. Ya no hay mandamientos ni sacrificios.  Todo depende (de si nos viene bien a nosotros claro). Nos encanta la tolerancia. Negamos el aborto pero depende en qué casos lo toleramos.

Cuando hacemos las cosas por obligación, tenemos una lista de deberes del cristiano que llevamos a cabo para cumplir con la religión más no la sentimos creamos al Dios mendigo, un Dios al que le damos lo que nos sobra. Organizamos nuestro día y el ratito que nos sobra, si nos sobra alguno, se lo dedicamos a Dios.

De pequeños nos enseñan al Dios cruel, que no es otro que el que está esperando que hagamos algo mal para castigarnos, reprimirnos.  Todos los dolores y castigos vienen de este Dios. Pero si eso es así, ¿por qué Hitler hizo lo que hizo y no se le castigó?

Conocemos también al Dios Amor, que es aquel que nos quiere, nos mima, nos ayuda, nos socorre, nos ama, nos da libertad para obrar…

Y con todo esto yo te pregunto:


¿Quién es Dios? 

Ana Carrillo
Coaching Religioso

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Talento o Habilidad

En la orientación y en el mundo del coaching especialmente utilizamos muy a menudo esta batería de preguntas: 

¿Cual es tu talento? 

¿Qué te apasiona hacer? 

¿Puedes vivir de ello? 


Si es así, ¿puedes crear tu propio negocio y que te genere los suficientes ingresos para vivir según tus necesidades? (de montar tu negocio y lo que conlleva hablaré otro día).

Estas preguntas están muy bien si realmente tenemos claro desde un principio: Cual es la diferencia entre talento y habilidad.

Podemos diferenciarlos diciendo que el talento lo tienes de manera natural, es innato a ti, mientras que la habilidad la vas desarrollando a través de horas, horas y más horas de dedicación a esa actividad. Llegados a este punto nos podría asaltar una duda: ¿Que pasa si eres una persona poco talentosa? Realmente, nada, no pasa nada.

Ocurre muy a menudo que nos cuesta diferenciar el talento de la habilidad, máxime si tenemos en cuenta, que conforme vamos creciendo vamos llenando nuestra mochila, esa que nos cuelgan al nacer, de limitaciones, creencias,..., nos vamos olvidando de nuestra esencia, de lo que verdaderamente somos y de lo que verdaderamente ansiamos ser.

Por eso, ten en cuenta que “No importa cuan talentoso seas. Tu talento puede fallar, y lo hará si no estás capacitado para ello, si no estudias lo suficiente, si no trabajas para ello”.

En definitiva, si no te dedicas a ser mejor cada día. ¿Mejor que quién? Mejor que tu misma/mismo cada día.

“Esto es lo que creo y estoy dispuesto a morir por ello” (Will Smith)

Quizás deberíamos comenzar preguntando, ¿quien eres, y que es lo que quieres conseguir con todas tus fuerzas? y a partir de ahí:
¿Hasta donde estás dispuesto a llegar, cuanto estás dispuesta a invertir de ti, cuanto dolor estas dispuesto a soportar, cuanto deseas conseguir aquello que tanto deseas?

Y ahora sí, ahora estaría muy bien preguntar: ¿Cual es tu talento, tu habilidad, tu pasión? ¿Las puedes utilizar para hacer tus sueños realidad y vivir de ello?

Dedicado a todas aquellas personas que están tratando de sobresalir, que tienen sueños y que quieren hacer cosas:



Isabel Misas
Coach Empresarial y en Valores.

martes, 4 de noviembre de 2014

Mi Diálogo con El

Cambiar nuestro diálogo con Dios es importante para transformar la imagen que tenemos de Él, para modificar nuestra relación con Él y, poder así crecer espiritualmente hacia la meta de todo cristiano católico que es conseguir un sitio al lado de Cristo en la otra vida.

Llegar a tener una relación estrecha con Él, de tu a tu, de Padre a hijo/a es mi sueño, mi meta.

Tratarle como Padre, acudir a Él cuando lo necesite,  para compartir mis alegrías y mis penas es mi meta. PONERLO EN EL CENTRO DE MI VIDA es mi meta.  

Pero para esto hay que trabajarlo desde pequeño, y además no se consigue de un día a otro.  Todos los días es un empezar nuevo…

Para ello cambiar nuestro diálogo con Dios es importante para tener una imagen nueva de Él, una imagen cercana.

Desde pequeños recibimos sacramentos y formación, estamos toda la vida recibiendo enseñanzas, en misa nos explican la palabra de Dios, nos muestran, enseñan y vivimos la renovación del sacrificio de la Cruz. Seguimos formándonos en el colegio.  Quien tenga inquietud, fuera de él (charlas, retiros,etc…)

¿Se ha  pensado alguna vez la importancia del buen maestro?

¿Se ha pensado alguna vez la responsabilidad del buen maestro?

En cierta medida, todos los maestros de la fe (sacerdotes, profesores de religión,…) son los que nos enseñan a amar a Dios… o no, a acercarnos a Él… o no, y: 

¿Cómo lo hacen?

¿Para qué lo hacen?

¿Por qué lo hacen? 

¿Cuando lo hacen?


Elegir un maestro que transmita la fe, que evangelice, que  siembre la semilla de la inquietud en los niños para que decidan seguir formándose e ir al lado de  Cristo para siempre… es una responsabilidad.  Hacer que queramos PONER A CRISTO EN EL CENTRO DE NUESTRA VIDA, es un regalo que se debería cuidar.

Ana Carrillo
Coaching Religioso