lunes, 23 de febrero de 2015

Determinada Determinación

He Estado la semana pasada en un Congreso en Ávila sobre Santa Teresa de Jesús.

Una mujer fuerte, decidida, que padecía  enfermedades físicas.  Siempre estaba mala pero lejos de venirse abajo, miraba la Cruz y le daba fuerzas para seguir hacia adelante aun cuando, por sus enfermedades, sólo quería estar en la cama.

Tuvo veinte años de sequía espiritual, años donde sufrió muchísimo por no encontrar a Dios.  En esos veinte años no paró de buscarlo.  Lejos de abandonar, seguía con “determinada determinación” en su empeño por encontrarlo.

Tenía fija una meta: llenarse de Él y aunque no sentía su presencia ni que estuviera a su lado, insistía en buscarlo con persistencia y constancia.
¿Cuántas veces cuando no alcanzamos nuestra meta, nos venimos abajo y abandonamos?
Cuando te encuentras con dificultades en tu camino hacia tu meta, ¿qué haces?

¿Abandonas a la más mínima?

 ¿Sigues?

 ¿Te replanteas tu manera de andar hacia ella tu meta o abandonas directamente?

¿Eliges otro camino?

Dos palabras que me han parecido “totales” y muy significativas en la vida de la Santa han sido “Determinada determinación”.

“Determinada determinación”… comenzar a avanzar con decisión, alegría, entusiasmo hacia donde tú quieras ir, hacía tus objetivos, hacia tu meta, sin importar las dificultades (que llegarán) pero con constancia, persistencia, sin prisas pero sin pausa. Así actuaba la Santa y alcanzó su fin, gozar de  Dios.

¿Cuál es tu fin?

¿Has comenzado tu camino?

¿Cómo lo has hecho, con alegría, con “determinada determinación”?

Cuando nos marcamos una meta, cuando hemos elegido un camino hay que empezar a caminar sabiendo que al abandonar nuestra zona de confort pueden aparecer nuevos problemas, nuevos miedos, inquietudes pero con “determinada determinación” y con ayuda de Dios, alcanzaremos nuestro objetivo marcado, nos acercaremos a nuestra meta.

Podemos quedarnos en casa, en esa zona que abarcamos, donde todo conocemos y  controlamos pero,
¿estás satisfecha/o?

¿te conformas con esto?

¿quieres crecer más?

¿creces quedándote ahí?

Puede llegar un momento que nos quedamos estancados espiritualmente, no crecemos, nos oxidamos y dejamos de practicar, nos volvemos huraños o cómodos, “con cumplir las normas es suficiente”,  dejamos que los demás hagan las cosas que nos corresponden  hacer a nosotros y además si seguimos así, podemos llegar al abandono, “total tampoco sentimos nada… no es para tanto”. 

¿Es eso lo que quieres?

¿Eso lo que buscas?

¿Te merece la pena?

Como he dicho antes, al salir de la zona de confort pueden aparecer dudas, miedos, y eso asusta, nos puede incluso paralizar y echarnos para atrás, pero se pueden superar, los miedos se superan enfrentándonos a ellos y las dudas se disipan por medio de la oración y conversaciones con personas de nuestra confianza, pidiendo ayuda y con nuestra voluntad.

Con “determinada determinación” podemos llegar donde queramos, conseguir todo lo que nos propongamos y sobre todo avanzar por esos días o años de sequía que acabarán en un oasis  de amor, que nos llenarán de frutos  y felicidad al llegar a la meta de nuestro camino elegido.

¿Por qué parte del camino vas?

¿Has superado tus dudas?

¿Te has enfrentado a tus miedos?


¿dónde quieres llegar?


Ana Carrillo

Coach Personal y Religioso


martes, 17 de febrero de 2015

Imagino que tengo 100 años


14 DE Febrero de 2014

El futuro es incierto. Todo es posible. Solo una cosa es segura: algún día exhalaré mi último suspiro. Si cierro los ojos ante este hecho, cierro los ojos ante el futuro y no puedo descubrir mi potencial y mis posibilidades.

La muerte es un hito tan importante que me ayuda a ver mi vida en un contexto más amplio, posiblemente porque he visto esa posibilidad cerca. Sin ella, tendría a mi disposición una cantidad infinita de tiempo. De hecho, de no ser así, el tiempo sería un factor irrelevante. Es la muerte lo que al limitar mi tiempo, le otorga su altísimo valor.

Si yo soy capaz de aceptar esa limitación temporal como una parte segura de mi futuro, viviré más conscientemente y hallaré un sentido más profundo a mi vida. Todo lo que haga tendrá su valor.

¿Quieres hacer algo con Imago Coaching? 

¿Quieres que te ayudemos a marcar tus objetivos y saber hacia dónde encaminas tu vida?

Vamos a hacer una plan personal para los próximos cinco y/o diez años, aunque no es tarea fácil. La cuestión es qué debe contener mi plan para que me ayude a vivir mi vida tal y como quiero vivirla.


Es entonces cuando pienso que tengo 100 años y me hago las siguientes preguntas:

                ¿De qué estás orgulloso/a y de que te arrepientes?

 ¿ Estás orgullosa/o de todas las experiencias y decisiones que tuviste el valor de vivir y tomar?

¿ Te arrepientes de todas las posibilidades y oportunidades que se te ofrecieron y dejaste escapar?

Insisto; ¿De qué estás orgullosa/o y de qué te arrepientes?

La respuesta a esta pregunta te ayudará a plantearte tu presente y tu futuro en los próximos años, a nivel personal, familiar y profesional.Gracias a ello aprovecharás mejor tus posibilidades y tendrás más de lo que sentirte orgullosa/o. Si desperdicias tus oportunidades, la vida se convertirá en una carga para ti y para los que te rodean.


AL ASUMIR QUE NO SOY INFINITO/A, VIVO MÁS CONSCIENTEMENTE Y HALLO UN SENTIDO MÁS PROFUNDO A MI VIDA.

Ana Blasco

Coach de Género y Personal

martes, 10 de febrero de 2015

¿En manos de quién estoy?

Me explico: en manos de quien está que encuentre trabajo, o que sea el trabajo con el que siempre soñé, que salga todo mi potencial de emprendedora, que mi empresa obtenga los resultados que deseo, que..., En definitiva, ¿en manos de quien está mi vida?

Decía siempre D. Eduardo Ruiz

“PON TODA LA CARNE EN EL ASADOR Y DEJA EL RESTO EN MANOS DE DIOS”

Todo se resume en las tres acciones siguientes:

* Trabaja sobre ti
* Trabaja sobre tus creencias
* Ponte en acción

Parece fácil ¿verdad?

Comencemos hoy por el primer punto: Trabaja sobre ti.

Me suele pasar más a menudo de lo que me gusta reconocer, y es que puedo hacer algo hoy, ahora, en este preciso momento y no lo hago, ¿Os pasa?.
Y ante nuestro "no hacer" siempre encontramos las excusas perfectas, que además nos creemos y hasta nos podemos enfadar si los demás no las creen. Tanto, tanto me las he creído, que pienso que es la única realidad, lo único válido y verdadero.

Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto" (Henry Ford)


O quizás sí que hacemos algo (por ejemplo, mandamos un currículum a un anuncio y ya está, o se nos ocurre una brillante idea,..) y después ¿qué hacemos? Esperamos que los otros reaccionen, nos llamen, nos digan, hagan, aporten,..., esperamos el resultado, y esperamos y esperamos y esperamos,..., pero el resultado no llega, o al menos, no como nosotras desearíamos. ¿Qué hacemos entonces? Nos enfadamos (casi con toda seguridad), y en nuestra cabecita surge una gran queja, victimismo, y aquí es donde “nuestras excusas” realmente ganan toda credibilidad y la CONFIANZA desaparece, y se amontonan un montón de pensamientos y emociones negativas en nosotras, quizás con más fuerza que antes de haber hecho ese algo, y esto comienza a dañarnos verdaderamente, si no me crees ya está demostrado científicamente.

Anoche leí un artículo de Mario Alonso Puig donde decía:
LO QUE EL CORAZÓN QUIERE, LA MENTE SE LO MUESTRA”

Lo vuelvo a nombrar: “Pon toda la carne en el asador”
Confiar no es creer que Dios hará lo que yo quiero. Confiar es actuar, ponerte en acción, y entonces Dios proveerá.

Claro que puede ser que ahora nos demos cuenta que no tenemos claro que es lo que nuestro corazón quiere y esa es la causa de que en nuestra cabeza bullan miles de ideas, de ocurrencias, de grandes proyectos,..., y no las llevemos a cabo, ¿puede ser?
Lo mismo ha llegado el momento de parar, mirar, pensar, sentir, y tomar conciencia de cual es tu situación y cual es la situación que verdaderamente quieres para ti, párate a saber más sobre ti misma, tus creencias, tus miedos, ...

Ya lo decía San Agustin: “Conócete, aceptate y supérate”

¿Sabes lo que quieres? Hazlo.

Si no es así, para, observa, mírate, escuchate siente que es lo que realmente quieres y entonces, tu mente lo tendrá claro. Y ahora ya si, ¡actúa!

¡Atrévete a conseguir lo que deseas en tu vida!
Puedes hacerlo sola o buscar ayuda. Pero quiero dejar claro algo. No te quita ni un ápice de poder, ni eres menos fuerte, si pides la ayuda que necesitas.
Para obtener resultados diferentes, haz cosas diferentes. Parece obvio ¿verdad? pero aun así, seguimos haciendo lo mismo, o peor aún, nos bloqueamos y no hacemos nada.
¿Qué vas a hacer tu ahora, en este momento?

Isabel Misas Gonzalez
Coach Personal y de Equipos

martes, 3 de febrero de 2015

Educados para no Ser nosotros Mismos

Hace ya unos días, compartíamos con un maravilloso grupo de madres y padres un muy especial taller de coaching, desde el cual, los invitábamos a adentrarse en sus propias emociones a fin de que supieran detectar y acompañar a sus hijos en cada una de las emociones básicas que existen.

Ser conscientes que desde pequeños hemos sido educados para no sentir lo que sentimos, fue el inicio de la aventura para descubrir que muchas personas disponen de sus vidas fuera de si mismas, colocándolas alrededor de otras, buscando en ellas una seguridad que ellas/os no tienen. Y todo esto lo hacen por un sentido de falsa seguridad que no poseen en su fase de adulto, ya que en su etapa de niñas/os nadie se preocupó de educarlos para vivir toda esa vorágine de experiencias que resultan ser las emociones y los sentimientos.

Durante los últimos cuarenta años, en este país, el aprendizaje que las niñas y niños de entonces recibimos no dicta mucho de la que hoy están recibiendo nuestros hijos. Un aprendizaje donde conceptos como empatía, asertividad, esfuerzo y compromiso han sido depositados en un cajón cerrado en la gran mayoría de nuestras escuelas. Por contra, fuimos antes y son inundados ahora de gran cantidad de conocimientos. Llenan sus cerebros de tal cantidad de información que más tarde, y no con cierta ironía, se preguntan por la falta de claridad que muchas de estas niñas y niños tienen con respecto a como deben gestionar toda esa avalancha de información.




Si tuviéramos verdadero interés por conocer la realidad de nuestro modelo educativo, si nos sentáramos a contemplar la realidad que actualmente se vive, podríamos ser conscientes de la gran cantidad de niños que se están educando para vivir su vida desde la frustración y, desde esa emoción, construirán y vivirán una personalidad depresiva, llena de falta de confianza y autoestima. 

Pasar de esa fase de depresión a una fase de ansiedad sólo hay un paso, dado que es la cuna perfecta para que crezcan y se desarrolle ese miedo a no ser una/o misma/o. ¿Cuántas niñas y niños se muestran cada día más ansiosas/os, solitarias/os, con cierto desamparo y sedientos por alcanzar objetivos y metas, en demasiadas ocasiones, alejadas de aquello que realmente necesitan para su edad?.

En estos últimos tiempos he escuchado a muchas madres, padres, docentes y orientadores el hecho de apreciar una falta de motivación en los niños actuales, sin que sean conscientes, en la mayoría de los casos, que los actuales adultos ya vivieron esa misma sensación durante su infancia. Debemos recordar que el actual aprendizaje se basa en formar a robot repletos de conocimientos, acostumbrados a que se le inyecten mediante unas dosis llamadas tareas y que luego ponen a prueba mediante un proceso de evaluaciones, con el fin de detectar si la fabricación en serie de estas niñas y niños se ajustan a los parámetros diseñados. 



Comprobar como esa supuesta falta de motivación de los niños actuales, se van trasladando a presentes y futuros cuadros depresivos, cuanto menos, deberían servir para que se nos encendiera una luz roja de emergencia. Una urgencia que debería hacernos plantear realmente por qué y para qué se está actuando de esta manera. 

De todos es conocido que existen grandes movimientos empresariales y sociales que siempre han marcado el porvenir del resto de la sociedad, pero de igual manera que hoy somos conocedores de estos hechos, sería conveniente que despertáramos de una vez por todas de este letargo que nos acompaña hoy en día en la actual sociedad.

Si logramos cambiar tantos paquetes de conocimientos por ciertos paquetes emocionales, podríamos descubrir como gran parte de esos miedos que atenazan a nuestras niñas y niños, los cuales están provocando un cada vez más claro proceso de individualización, de querer convertirse en alguien "diferente" para evitar perder la alineación con todo lo que le rodea, servirían para empezar a conseguir que volvieran a ser una/o misma/o, alejándose de esa diferenciación con los demás y que sólo les provoca el querer compartir cada vez menos con sus seres más queridos y cercanos.

Ha llegado el momento de dejar de fabricar niños robot para permitir que el miedo a ser una/o misma/o se convierta en el verdadero generador de emociones y sentimientos, de esta manera estaremos permitiendo construir lo que cada una de estas niñas y niños desean ser y no lo que a ti como madre o padre, a los docentes o los otros estatutos sociales que influyen en su educación quieren para ellas/os.

Se habla de cambios de paradigma en el aprendizaje y educación de nuestras hijas e hijos, muchos de los cuales me parecen geniales. Pero sería conveniente no perder la referencia de por donde debe comenzar el verdadero camino. Nosotros lo tenemos claro ¿y tú?

Adolfo López García

Coach&Trainer Educativo y Personal