Cuando me inicié en la azarosa e imparable aventura de la defensa de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, es decir, la defensa de los derechos humanos, entendí que era totalmente necesario leer, formarse para así conseguir entender el porqué de las cosas, siempre en la búsqueda de la verdad y el verdadero entendimiento del mundo que me rodea.
He de decir que tras veinte años en esta ardua y apasionada tarea no he conseguido entender ni "el porqué" ni el "para qué", ni la necesidad de la desigualdad... aunque este no es el asunto que me ocupa hoy.
Hoy y en contra de mi voluntad he ordenado estanterías y este acto casual se ha convertido en algo causal. He encontrado el libro de una escritora que me abrió los ojos, Clara Coria, mujer a la que hoy le copio el título del artículo y gracias a ella me ha hecho entender lo que ahora te cuento.
Sabéis que hay veces que las cosas no se descubren la primera vez y hoy era el día... eureka... coaching y Cajoneo Amoroso... suena raro ¿verdad?. Ya verás, es fácil y fantástico.
En muchas ocasiones las personas tenemos comportamientos evitativos por los cuales tendemos a guardar las cosas en un cajón, guardamos aquello de lo que no queremos ocuparnos o deseamos "hacernos los distraídos". Es una manera de alejar de la vista y de la conciencia lo que nos incomoda, lo que resulta difícil de abordar, es una manera de postergar. Guardamos esas cosas en nuestro cajón imaginario.
Te dejo unos ejemplos:
- No quiero discutir con mi "pareja" por miedo al rechazo y lo prefiero dejar para otro momento (que nunca llega) y ... al cajón.
- No quiero hablar con mi jefa por miedo a lo que piensen mis compañeros, miedo a la recriminación, a la confrontación... emoción y posibilidad... al cajón.
- No me siento capaz de afrontar mis nuevos retos... mi éxito se queda en el cajón.
Así ocurre con miles de cosas que nos acontecen en la vida, o mejor dicho, que nos pudieran acontecer. (Procastrinamos).
Basta ya... hoy es el día de abrir el cajón y sacar, poco a poco, tus sueños incumplidos, tus proyectos desdibujados, las inquietudes no resueltas. No cajonees tu personalidad, tus ambiciones y tu necesidad de desarrollo personal y/o afectivo. No esperes a mañana, comienza hoy mismo, no vivas al 50%, no reniegues a tu vida.
* Organízate.
* Entusiásmate con tu vida.
* Confía en tu capacidad.
* No renuncies a tus sueños.
No cajonees más... si vives guardando tantas cosas en el cajón algún día puede explotar.
Recuerda: " La mujer no nace sino que hace" (Simone de Beauvoir)
Ana Blasco
Coaching de Género
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