Definitivamente puedo afirmar que esta pasada Semana
de Pasión ha sido para mi una semana muy diferente a otras
vividas con anterioridad. Una semana cargada de conversaciones, emociones y
sentimientos que, en muchas ocasiones, han logrado ponerme lo que aquí llamamos " la piel de gallina"...
Muchas personas que me conocen,pueden estar pensando
que he tenido que vivir momentos muy especiales en los desfiles procesionales
para sentirme de esta manera. Es verdad, los he vivido y he podido
disfrutarlos. Esos momentos ya han quedado grabados en mi retina y almacenados
en un lugar muy especial de mi mente... pero hoy no quiero hablar de esos
momentos y si de esos otros que he observado como hay personas que utilizan la
manipulación emocional con el único fin de hacer a
otra persona sentirse culpable.
¿Por qué alguien puede estar interesada/o en utilizar estas "artimañas"
emocionales?
Por algo tan sencillo y complaciente para algunas de
esas personas que las utilizan a diario en su vida personal, familiar o
profesional... les encantan sentirse líderes sobre alguien,
les gusta contemplar el dolor en quien cede a sus presiones y por último les encanta la
sumisión de la otra persona.
Hace unos días escribía una primera
reflexión sobre este mismo tema en mi muro personal de
Facebook. En dicha reflexión decía lo siguiente:
" Una acción nunca puede
excluir el pensamiento de quien lo realiza. Existen personas que no aceptan que
lo que hacen no altera su intención y que eso es el verdadero contenido de su actitud.
Hastiado de actos emocionales llenos de violencia".
Esta pasada semana he sido testigo de actos
emocionales llenos de violencia, desde la actitud de una persona y desde el uso
que ha hecho de la palabra para dirigirse hacia personas que forman parte de su
entorno más cercano.
Ciertas personas que forman parte de esta
sociedad actual, no son concientes o no desean serlo, de que la convivencia en
sociedad tiene esa base de referencia lógica que habla de
que el ser humano puede lograr una mayor seguridad y posibilidades de
supervivencia si colabora y conecta con el resto de sociedad. Sin embargo,
estas mismas personas desde sus actitudes, no quieren ser conscientes que del
mismo modo que la sociedad colabora para la preservación de una familia, no
se suele hacer lo mismo con el individuo.
En demasiadas ocasiones, cada una/o de nosotras/os,
observamos como esta manipulación se ha convertido en "el pan de cada día" de la
sociedad que vivimos y ninguna persona se libra de haberla ejercido o padecido
a lo largo de su vida.
¿Yo padeciendo una
manipulación emocional?
¿Yo ejerciendo una
manipulación emocional?
Así es, cada uno de nosotros hemos ejercido o
padecido algún tipo de manipulación emocional en
nuestra vida.
Como pruebas de ese padecimiento tenemos las
secuencias de imágenes y mensajes que nos llegan a diario desde los
medios de comunicación, desde el marketing de muchas multinacionales,
ciertas palabras que hemos recibido por parte de compañeros de trabajo o
actitudes y palabras que hemos padecido por parte de nuestros hijos, pueden
servirnos como claros ejemplos de lo que estamos hablando.
De igual manera, también formamos parte de
esa otra persona que ejerce como manipulador emocional, desde el hecho de
querer influir lo máximo posible en las decisiones de los demás. Es más, hay quienes sólo llegan a desear
que esa otra persona tome las decisiones que al manipulador le llega a
interesar.
¿No creo que yo haya
sido un manipulador/a de nadie?
Déjame realizarte una sencilla pregunta, ¿en alguna ocasión has utilizado
alguna de las siguientes frases?
-
"Haz lo que
quieras".
-
"Si no lo haces
yo tampoco".
-
"No me pasa
nada".
-
"Lo que yo hice
por ti y así me lo agradeces".
-
"Sin ti no soy
nada".
Todas estas frases te han servido para, desde esa
manipulación emocional de la que hablamos, hallas hecho que la
otra persona se sienta culpable por algo que solo te ha podido interesar a ti.
Los seres humanos no tenemos en cuenta el poder que
tienen las palabras que salen de nosotros, llegan a ser tan fuertes que no sólo son capaces de
hacer herir a otra persona cuando las decimos, sino que además pueden quedarse
para siempre, como un sentimiento, en el corazón y el alma de los
demás, creando desde esa
manipulación inseguridades y llegando a romper relaciones.
Sabemos que todos los seres somos autosuficientes,
con grandes capacidades y cualidades cada una/o de nosotras/os, que necesitamos
escuchar y ser escuchados por los demás. Tenemos que saber
que la manera que tenemos de actuar desde la palabra primero y mas tarde con
nuestro lenguaje corporal, definirá nuestro futuro y si herimos a la personas
que hoy nos acompañan, al final se cansarán, nos evitarán y al final
lograremos que se alejen definitivamente de nosotras/os.
No es cuestión de mentir o
conformarte, y si de saber que cada una/o de nosotras/os somos los auténticos responsables
de lo que decimos y de como lo hacemos.
¿Te fastidia que te
estén manipulando?
¿Por qué te fastidia?
¿Cuánto sientes que estás siendo manipulada/o?
Deja de manipular, permítete que no te
manipulen. Todas/os saldremos ganando en nuestra vida. Reflexiona sobre lo que
acabas de leer y si aún no lo tienes claro pregúntate una vez más… ¿Y ahora qué?
Adolfo López García
Coach&Trainer Personal y Educativo
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